jueves, 17 de enero de 2008

EL PERRO

Había esperado dos momentos y sentía que la cabeza me daba vueltas. Realmente estaba decepcionada por tantas mentiras, por ejemplo, hace dos noches que murió mi perro y creo que fue por culpa de la mercadotecnia, en su comida deposité un poco de veneno para ratas , pensé “es veneno para ratas , no tendría por que matar a un perro” y vi como mi mano asesina lo alimentó. No tenía miedo ni culpa, total todos los perros van al cielo y si no, de todos modos mi perro tampoco lo merecía .Después de unos momentos de glotona exhibición lo ví un poco indispuesto, me miró de un forma extraña, incriminante diría yo y comenzó a presentar síntomas de envenenamiento repentino. Ya saben, lo normal en estos casos, vómitos verdes, convulsiones, desmembramientos, y hasta creo que empezó a rezar.

Cuando lo llevé al veterinario era demasiado tarde, su carne estaba tan rígida como la de un cartón mojado y vuelto a secar. Aun así, el desdichado me cobró por diagnosticar que había sido envenenado con veneno para perro. Culpable y estafada, salí del consultorio a dibujar un cuadro, pero solo pude dibujar un cuadrito. Todo estaba tan distante que decidí acercarme un poco y vi como unos sonidos despertaron de un largo sueño. Me saludaron y prometieron que próximamente me ayudarían con mi hiper - neurosis auditiva. El veterinario nuevamente entró a escena para decirme que se le había olvidado mi cambio, ¿Algo había que cambiar en mi?. Me miro con los mismos ojos que mi perro, parecía indeciso, pero al final se fue sin cambiarme. Era claro que era una persona despreciable, y que solo transformaba a los perros en una especie de monstruos envenenados, renegados en su forma de morir. Trate de alcanzarlo, pero desapareció en un mar de gente, ya antes había sucedido que las personas al simple contacto con mi mano desaparecían, dejando una estela de confusión.

Decidí que jugar con animales era peligroso y me traería muchas tristezas económicas. Realmente no recuerdo que sucedió después, por que había asumido un estado de olvido, aun cuando recordé que tenía que darle de comer a mi perro que ya había muerto, y aun cuando había dejado el veneno en el café del veterinario, pero ahora estoy aquí esperando dos momentos más y realmente ya me canse de esperar .

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