viernes, 2 de julio de 2010

Morir, dormir, .......¡Tal vez Soñar!

Ser o no ser... He ahí el dilema.
¿Qué es mejor para el alma, sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos, o levantarse en armas contra el océano del mal, y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir...
Nada más; y decir así que con un sueño damos fin a las llagas del corazón
y a todos los males, herencia de la carne, y decir: ven, consumación, yo te deseo. Morir, dormir, dormir... ¡Tal vez Soñar! ¡Qué difícil! Pues en el sueño
de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán cuando despojados de ataduras mortales encontremos la paz? He ahí la razón por la que tan longeva llega a ser la desgracia.
¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas del mundo,
la injusticia del tirano, la afrenta del soberbio, la angustia del amor despreciado, la espera del juicio, la arrogancia del poderoso, y la humillación que la virtud recibe de quien es indigno, cuando uno mismo tiene a su alcance el descanso
en el filo desnudo del puñal? ¿Quién puede soportar tanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una carga tan pesada? Nadie, si no fuera por ese algo tras la muerte —ese país por descubrir, de cuyos confines ningún viajero retorna— que confunde la voluntad haciéndonos pacientes ante el infortunio antes que volar hacia un mal desconocido.
La conciencia, así, hace a todos cobardes y, así, el natural color de la resolución se desvanece en tenues sombras del pensamiento; y así empresas de importancia, y de gran valía, llegan a torcer su rumbo al considerarse para nunca volver a merecer el nombre de la acción.




He aqui las inteligentisimas palabras de Shakespeare tambien diriase que tambien seguimos aqui por curiosidad de saber que mas viviremos, acaso el amor hoy nos torturo, pero en el mañana no encontraremos un corazon en busca de mi. O a lo mejor hoy perdi la fortuna al ser robado por personas malndrinas y mañana sacarme el melate. Tal vez hoy siga con vida con salud fortificante y mañana una moto me derribe al tratar de entregar una pizza importante. Hoy sufro, tal vez mañana ria. o viceversa. No solo la cobardia del mas alla nos infunde seguir en este mundo, la esperanza de creeer que algo va a mejorar.

Ademas tambien del terrible castigo de Dios al suicidio, cuantas personas no se han detenido por pensar que el castigo de la muerte eterna nos impedira llegar al paraiso prometido. Ese temor de seguir sufriendo aun en la muerte nos impide tomar una daga y clavarnosla en el corazon, o colgarnos del puente mas alto del periferico, o ser aplastados en alguna manisfestacion de los antorchistas. O morir tal vez en brazos de la justicia, pero tambien para que morir en un pais donde el sacrificio ante la injusticia resulta estupido?. No vale la pena, y no es que no tenga el valor, pero mas valor seguir viviendo en el mundo.

Las 14 muertes de este semestre me han hecho pensar la fragilidad de la vida y no vulnerables que podemos ser ante la enfermedad, ante el tiempo y que siempre hagamos lo que hagamos terminaremos en una fria fosa o en un hirviente horno, pudriendonos o achicharrandonos y no se si la conciencia nos alcanze para vernos en esa situacion y en lugar de un sueño placido, sea una pesadilla mortal.

No hay comentarios: